Nuestros Titulares

          Las imágenes sagradas son un estimulo para la fe, veneramos en la imagen a quien representa no al objeto mismo o representación. Las imágenes son representaciones de Nuestro señor Jesucristo, de la Santísima Virgen o de los Santos, que nos ayuda a recordarlos a amarlos y a invocarlos. En esta sección encontraras una breve reseña acerca del valor histórico y artístico de nuestros Sagrados titulares.

 
 

Ntro. Padre Jesús de la Humildad

La imagen del Cristo de la Humildad es una obra de D.Domingo Sánchez Mesa, realizada en el año 1941, procesionandose por primera vez por las calles de Vélez en 1942. La imagen se nos presenta sola en su espacio cultual y procesional, enfatizando por consiguiente las diagonales ascendentes que inciden de un modo directo con la escultura. Jesús aparece de pie, con el pie izquierdo levemente adelantado para buscar la angulación de la cintura y por ende reforzar la sensación dinámica de su sinuosa estampa. Las manos aparecen cruzadas montando la diestra sobre la siniestra y atadas a las muñecas por un delgado cíngulo dorado, presenta un leve desplazamiento hacia la izquierda, lugar donde ladea la testa el nazareno. En la testa se concentra toda la intencionalidad emocional de la imagen. Sánchez Mesa dispone de una «topografía facial» acuñada por los grandes imagineros granadinos del siglo XVII (piénsese en José de Mora,por ejemplo), con boca entreabierta dejando ver la arcada dentaria superior en un purito técnico por aproximar nos al natural. Sus ojos se entornan dulcemente bajo unos arcos superficiales de trazo anguloso y que se angulan en el entrecejo.Una barba sumaria de finas quedejas se bifurca en la terminación, recorriendo el surco naso geniano y la comisura de los labios. Es en esta región donde aparecen finos regueros carminosos que mandan de la bóveda craneana, que subrayan la nota dramática del instante pasionista tras la coronación de espinas. Asimismo, se registra la región cianótica de su mejilla izquierda como resultado del impacto protagonizado por Anas durante el interrogatorio a que fue sometido.

Toda la imagen participa de una cuidada policromía tratada en tonos pálidos, prescindiendo de efectos claroscuristas y veladuras opacas conseguidas por agentes que aceleran el proceso de envejecimiento de las encarnaciones (betún de Judea o aceite de linaza). Su modelado aparece muy cuidado, incluso en las zonas ocultas a la vista tales como sus pies. el dibujo de su cuerpo esta muy equilibrado, delatando el profundo conocimiento anatómico de su autor. El resto del cuerpo se resuelve mediante una sencilla estructura de madera que conforma solo los volúmenes del tronco y las piernas.

María Stma. de la

Paz

María Stma.de la Paz es obra del imaginero sevillano D.Luis Álvarez Duarte, realizada en madera de Cedro Real y Caoba de Brasil en el año 1992, es una imagen de candelero, (de vestir), siendo bendecida el 30 de mayo de 1993 a las 11 de la mañana, en el transcurso de una solemne Eucaristía en la iglesia de San Francisco por el Rvdo.Padre Julián Marcos Díaz.. Procesionandose por primera vez por las calles veleñas en el año 1997. La incorporación de María Stma de la Paz a la Cofradía, es el hecho mas significativo ocurrido en la historia reciente de esta Real Cofradía, que durante siglos ha estado vinculado a una sola advocación y a una sola imagen titular. Desde luego, la puesta al culto en la capilla de la imagen de la Virgen fue un acontecimiento histórico.

La imagen representa a una madre  dolorosa, dulce y serena y de belleza joven y reposada, pero al mismo tiempo con la fuerza de la reina del dolor de Jesucristo nuestro señor. Duarte nos muestra a la madre en actitud erguida, con las manos abiertas y dialogantes que sirve de patena en donde sostener el manipulo en la diestra y el rosario en la izquierda, tal y como representan la mayoría de la imaginería mariana pasionista. la cabeza se presenta en un plano frontal al espectador. El rostro dibuja un tenue ovalo donde se inscriben los recursos formales mas expresivos:boca y ojos. Las cejas presentan un leve arqueamiento para angularse en los extremos internos(entrecejo), de sus ojos almendrados en donde unas cejas postizas parecen adormecer la mirada, brotan un total de cinco lagrimas repartidas asimétricamente por las mejillas en clara evocación a los misterios del rosario. La nariz se afila y traza un perfil clásico, en la boca aparee converger el llanto mas desgarrado, dejando entrever dos hileras de dientes como recurso naturalista.

La policromía esta muy cuidada, dominando la entonaciones rosáceas aunque sin grandes resaltos en pómulos ni comisuras. Cuidado en el dibujo de sus elementos configúrales, corrección anatómica, equilibrio en la expresión y un refinado equilibrio entre la sensualidad pagana y un refinamiento casi místico en el dolor interno, se desprende del mensaje homiletico que Luis Álvarez ha transmitido a la madera, transcendiendo la propia materia y dotándola de alma.